Puede parecer increíble pero el agua es quizá el más importante catalizador para perder peso y no recuperarlo.

El agua disminuye el apetito y ayuda a metabolizar la grasa acumulada. Hay estudios que demuestran como una disminución en la ingestión de agua provoca que el organismo acumule mayor cantidad de grasa. Al contrario si tu elevas tu consumo de agua diariamente los depósitos de grasa comienzan a disminuír.

Se deben llenar los riñones

La razón de lo anterior es que los riñones no pueden trabajar apropiadamente sin suficiente agua. Cuando no logran trabajar a capacidad total, parte de su carga la depositan en el hígado. Una de las principales funciones del hígado es metabolizar los depósitos de agua y transformarlos en energía útil para el organismo. Pero si el hígado debe hacer parte del trabajo de los riñones no puede realizar estas funciones adecuadamente. Como resultado, se metaboliza una menor cantidad de grasa, la cual permanece en el cuerpo y la pérdida de peso se detiene.

Sacando agua con agua.

Beber suficiente agua es el mejor tratamiento contra la retención de líquido. Cuando el cuerpo dispone de menos agua percibe una amenaza y empieza a retener cada gota disponible. El agua es almacenada entre las células y esto es posible notarlo en pies, manos y piernas hinchadas.

Los diuréticos son solo una solución temporal, pues aparte de eliminar agua también eliminan nutrientes. Nuevamente el organismo se siente amenazado y vuelve a retener agua en cuanto le es posible.

Si tu le das a tu organismo lo que necesita: mucha agua el problema de la retención de líquido desaparece.

Una persona con sobrepeso necesita más agua que alguien delgado, dadas las respectivas cargas metabólicas. El agua ayuda a mantener la musculatura, mantiene la piel tersa al ir bajando de peso y permite eliminar las toxinas que con el tiempo se van acumulando en el organismo.

El agua ayuda contra el estreñimiento

Si el cuerpo dispone de poca agua comienza a extraerla de los organos internos, así el colon es uno de los primeros afectados, el resultado es el estreñimiento.

En promedio una persona debe tomar 8 vasos de agua al día (250 cc cada uno). Sin embargo una persona con sobrepeso necesita un vaso adicional por cada 12 kilos extras. Si hace calor o si se practica deportes, la cantidad debe aumentar. El agua debe ingerirse preferentemente fría, pues el organismo la absorve más rápido que cuando es caliente. Existe evidencia que la ingesta de agua fría también provoca que se quemen calorías !

Una forma facil de calcular su necesidad de agua en litros es multiplicar su peso por cuatro y luego dividir por cien !